Seguidores

20 de noviembre de 2014

Hay veces en las que piensas que has encontrado a ese alguien que puede sacarte de toda la mierda que llevas año tras año aguantando, que te puede quitar ese dolor interno, aunque quizás solo sea por unos meses, o por un corto tiempo, pero sientes que esa persona puede ayudarte a superarlo todo, esa persona que te vuelve a dar seguridad en ti mismo, esa felicidad que vuelve sin forzar las sonrisas, pero duele mucho el darte cuenta de que para esa persona, tú no eres la adecuada, no eres esa persona que le puede alegrar el día a día, solo consigues alejarle de ti con tus grandes inseguridades, tus paranoias y tus mierdas. Incluso puede llegar a joder más que esa persona haya encontrado a otra mejor que tú, otra que si consigue lo que tú querías conseguir, pero da mucho menos de lo que tú lograste darle en menos tiempo, eso es lo que realmente jode, que incluso no sienta ni un mínimo respeto por ti, que no tenga miedo de decirte que ha encontrado a alguien que realmente puede darle lo que él busca, y en fin, la verdad que no sé de que me sorprendo, si nunca podré encontrar a alguien que aguante todas mis mierdas.

18 de noviembre de 2014

Quizás las cosas no siempre salen como uno quiere, como uno piensa, o como uno espera, quizás lo que pasa es todo lo contrario a lo esperado. Y realmente pienso que siempre hay que tener esa barrera que te sujete fuerte y te impida caer después de saber que todo lo que hacías, todo lo que pensabas, no saliera bien después de todo el esfuerzo. Pero todo tiene una parte buena, dicen que cuando algo no funciona, o alguien no es para ti es porque hay alguien mejor esperándote, supongo, porque ya no sé si creer en lo que dicen, si mantener la esperanza en algo, sacar la poca felicidad que me queda, o ya darme por vencida respecto a todo. Siento que he gastado más energía de la que debería. Mi fallo es que cuando llega alguien que es capaz de quitarme esa barrera me siento indefensa, porque puede llegar a hacerme daño con lo más mínimo. Y es que durante mucho tiempo me pongo esa barrera para que dejen de hacerme daño, para dejar de sufrir por cualquier tontería, porque algunas veces he logrado ser fuerte con esa barrera, pero cuando me quitan la barrera, sé que estoy tocada y hundida.

11 de agosto de 2014

No sé exactamente que es lo que realmente quiero ahora mismo, si un amor pasajero, si seguir sola y protegiéndome para que no me vuelvan a hacer daño, si empezar a sentir algo por alguien y arriesgarme a luego sufrir, si...realmente no sé que quiero hacer ahora mismo, tengo demasiadas dudas como para poder resolverlo ahora mismo, ni siquiera con el tiempo consigo aclararme, quizás tampoco haya nadie que haya conseguido romper mis esquemas, quizás sigo esperando a que eso pase, pero también, quizás eso no exista para mi. Que cada vez que intentas conocer a alguien realmente, acaba decepcionándote antes de lo que esperabas, o simplemente te hace creer que es alguien que no es, te hace ver que es mejor de lo que esa persona es, en cuando yo siempre he querido que conocieran mi parte mala primero, porque vivo a base de decepciones, tanto por mi como por los demás.

17 de julio de 2014

Que estas ojeras ya no son por ti chico, son por mi. Por haber creado entre todos poco a poco este desorden mental, este odio propio, esta autoestima inexistente.
A base de insomnio, antidepresivos, heridas, lágrimas, auto-lesiones, psicólogos e incluso psiquiatras y sonrisas fingidas, vivo. Nada ni nadie consigue realmente hacerme sentir bien todo el día o al menos la mayor parte de él. Que si, que mientras hable con alguien que me haga sentir bien, todo perfecto, pero ¿y cuando me quedo sola, mientras duermo, sueño, pienso? ahí me hundo completamente, y sé perfectamente que nadie va a poder sacarme de esta mierda en la que llevo metida años. Di demasiado de mi, para no recibir nada, di cosas que ni tenía para que luego me decepcionaran, para luego terminar herida y llorando.

Estoy luchando en una guerra, en una guerra contra mi misma, donde no encuentro la salida para poder vencer esta depresión, que ni siquiera tengo fuerzas para salir de esta. Es una jodida rutina diaria en donde después de una simple sonrisa fingida hay miles de lágrimas con sentimiento, con dolor, con rabia, pero siguen siendo lágrimas vacías, como yo.
Que a pesar de haber dado muchas oportunidades, tropezando cada vez con una piedra, no logré apartarlas del camino y cada vez que caía resultaba herida. Y así, al final llegué al límite en el que tantas heridas ya no duelen, ya no las sientes, y eso es lo que ha pasado con mis sentimientos, como si se hubieran esfumado, como si hubieran dejado de existir.