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25 de noviembre de 2013

Me he dado cuenta de una cosa. Hay cosas que duran menos de lo que esperas y cosas que duran más de lo previsto, cosas vividas que por mucho que las hagas con otra persona, idénticas, es imposible que sientas lo mismo al hacerlo. He aprendido, que por mucho que quiera reemplazar recuerdos, va a ser imposible, esos recuerdos, por alguna razón, nunca van a desaparecer. Ahora mismo sé, que todo este tiempo que quería disfrutar, me lo he pasado preocupada por el que vendría después y no verdaderamente en lo que quería; disfrutar. Pero siempre estoy a tiempo de rectificar y mejorar mis fallos, por eso ahora, no voy a pensar en el que vendrá después, voy a pensar en ser feliz ahora, y después pensaré en ser feliz después. Porque aunque cometas errores, aunque te preguntes que va a pasar después, hagas lo que hagas, tu vida está destinada a algo, que no vas a poder cambiar.

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